Estudios recientes sugieren que, en una colisión trasera, las lesiones descritas colectivamente como síndrome de latigazo cervical (SLC) resultan, simultáneamente, de la hiperextensión del segmento inferior de la columna cervical y de la hiperflexión del segmento superior de la columna cervical. Esto puede llevar a una variedad de lesiones en los tejidos óseos y/ o blandos del cuello, algunos de los cuales pueden no manifestarse durante horas, días, o incluso semanas después de un accidente automovilístico.
Tradicionalmente, los médicos han aconsejado a los pacientes con una lesión de latigazo cervical aguda que limiten el movimiento, quizás incluyendo el uso de un collar cervical. Sin embargo, estudios más recientes han encontrado que restringir el movimiento del cuello, en realidad, puede obstaculizar la recuperación. Más bien, nuevos datos sugieren que la movilización temprana mejora los resultados para los pacientes con SLC, reduciendo su riesgo de discapacidad a largo plazo.
El principal tratamiento utilizado por los médicos quiroprácticos es la manipulación espinal (ME), que se describe como un impulso de alta velocidad y baja amplitud (HVLA) aplicado a articulaciones específicas del cuello, de la región media y baja de la espalda y de la región pélvica, así como a las articulaciones de las extremidades. La manipulación mejora la movilidad de las articulaciones facetarias de la columna vertebral, lo que permite un aumento en el rango global de movimiento del cuello.
ME también rompe el círculo vicioso del dolor donde se atenúa el flujo de información sensorial al cerebro, reduciendo así el espasmo muscular reflejo y el dolor que lo acompaña. Además, hay evidencia sustancial de que la ME aumenta la tolerancia al dolor o los umbrales del mismo, modulando el procesamiento sensorial central (cerebral) (llamado sensibilización central). También hay beneficios neuroendocrinos medibles después de la aplicación de la ME, así como muchas otras respuestas reflejas "somato-viscerales" (medibles también).
El manejo quiropráctico del SLC incluye, no solo ME (tanto de tipo HVLA como no-HVLA), sino también terapias de tejidos blandos, entrenamiento con ejercicios, el uso de modalidades de fisioterapia (estimulación eléctrica, ultrasonido, terapia con láser o luz, y más), asesoramiento nutricional, modificaciones ergonómicas de trabajo, y más. Los médicos quiroprácticos frecuentemente atienden, en conjunto con otros proveedores de atención médica, a los pacientes que padecen de SLC, cuando es apropiado.