La dismenorrea primaria (DP) es un trastorno ginecológico muy común que afecta al 84,1% de las mujeres durante la edad fértil. Los síntomas más comunes de la DP incluyen dolor abdominal inferior que puede irradiarse a ambos muslos y/o a la espalda baja. Otros síntomas incluyen cansancio, dolor de cabeza, náuseas, estreñimiento y diarrea. La condición precede a la menstruación (en ausencia de cualquier patología orgánica) y dura aproximadamente de 48 a72 horas. La dismenorrea primaria es la razón más común de ausentismo en el trabajo o la escuela, interfiriendo así con la calidad de vida cotidiana, y que está asociada con muchos costos directos e indirectos.
Se han conocido MUCHAS propuestas de intervención para la DP en la literatura científica. Los más comunes son los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los anticonceptivos orales, ya que ambos funcionan de manera similar: Afectan a la causa del dolor pélvico, que, según los informes, está mediado por el ácido graso similar a una hormona, llamado prostaglandina factor 2x. Sin embargo, ambos enfoques conllevan efectos secundarios negativos, como sangrado en el intestino y problemas hormonales como hinchazón y edema, respectivamente. Por tanto, la demanda de enfoques nuevos y alternativos, con menos riesgos asociados, ha incrementado.
Las técnicas de manipulación espinal (TME) para la DP se han estudiado previamente y se ha demostrado que tienen beneficios positivos sobre la percepción del dolor y los calambres menstruales, además de afectar los niveles plasmáticos (sangre) de algunos mediadores químicos del dolor. Sin embargo, parece haber una falta de consenso sobre dónde se debe aplicar la manipulación espinal. Un estudio recomendó que la TME se aplique a la región lumbosacra (L5-S1) para reducir los síntomas de la dismenorrea.
Un estudio más reciente encontró que la "manipulación pélvica global" realizada en ambos lados de la pelvis para movilizar la articulación sacroilíaca (ASI) y la articulación facetaria L5-S1 resultó en mejoras relacionadas con el dolor lumbar y los umbrales de dolor por presión en la ASI, con un aumento significativo en la serotonina.
Los médicos quiroprácticos se especializan en el uso de la terapia de manipulación espinal y están capacitados en muchas técnicas diferentes de manipulación lumbo-pélvica. Para aquellos que luchan con la DP, incluir un quiropráctico como miembro de su "equipo" de atención médica ¡Tiene mucho sentido!