Para los pacientes con dolor lumbar crónico (DLC), las pautas de tratamiento recomiendan un enfoque no quirúrgico como tratamiento de PRIMERA LÍNEA. Idealmente, el objetivo sería evitar una cirugía inicial, a menos que esté absolutamente indicada. Eso significa que, a menos que haya pérdida de control o retención en los intestinos o la vejiga (lo que representa una emergencia médica), o si hay una pérdida neurológica motora y sensorial progresiva, se puede evitar la cirugía de manera segura y manejar la afección de manera conservadora.
Curiosamente, una revisión sistemática de los resultados de tres estudios aleatorios y controlados llevados a cabo en Noruega y el Reino Unido encontró que los resultados entre la fusión quirúrgica frente al tratamiento no quirúrgico de pacientes con DLC, ¡NO mostraron DIFERENCIA a los 11 años de seguimiento!
Los estudios han demostrado que la quiropráctica es muy beneficiosa para los casos de dolor lumbar agudo y crónico. En un estudio, los investigadores revisaron los datos de 72,326 pacientes de DLC en el sistema de Medicare que recibieron una de las cuatro posibles combinaciones de tratamiento entre 2006 y 2012: 1) Quiropráctica exclusivamente; 2) quiropráctica seguida de atención médica convencional (AMC); 3) AMC seguida de quiropráctica; 4) AMC exclusivamente.
El equipo de investigación encontró que la atención quiropráctica exclusiva (grupo 1) resultó en los costos más bajos, y en que estos pacientes tenían tasas más bajas de cirugía de espalda y episodios de atención más cortos.
El grupo que recibió AMC exclusivamente (grupo 4) tuvo los costos más altos, siendo el segundo y tercer grupo similares, ambos cuestan menos y son más efectivos que la AMC exclusiva.
La conclusión del estudio dice: "Estos hallazgos apoyan el uso inicial de TMQ [terapia de manipulación quiropráctica] en el tratamiento, y posiblemente un manejo quiropráctico más amplio de pacientes mayores con DLC y múltiples factores comórbidos".