Recuperar tu salud después de una lesión en la columna puede ser problemático si no lo abordas de manera holística. ¿Qué se entiende por el término holístico? En general, se trata de cuidar a la persona como un todo, en lugar de en partes individuales, y utilizar técnicas que ayuden a diferentes sistemas corporales.
Cuando se trata de un problema espinal mecánico, el médico debe considerar el estado de los discos y ligamentos, tejido cicatricial, fuerza muscular, postura, movimiento y alineación. Una simple prescripción, aunque sea eficaz para reducir el dolor, no es una buena solución a largo plazo. Por ejemplo, la cicatriz que se forma en los músculos después de una lesión es mucho más débil cuando se usan AINE (como ibuprofeno). El paciente también debe considerar los efectos secundarios del sangrado estomacal o gastrointestinal que pueden surgir con el uso prolongado. Dejar que los problemas articulares permanezcan durante años, mientras el tratamiento solo se enfoca en enmascarar el dolor, solo hará que la rehabilitación futura sea más difícil y menos efectiva.
El dolor es una señal protectora para que su cuerpo evite ciertos movimientos. Si bien el dolor muscular puede ser una buena señal durante la rehabilitación, si hay dolor de ligamentos o articulaciones, puede significar que estás ejerciendo demasiada presión. Es difícil mantener un hábito de ejercicio en presencia de dolor en las articulaciones. El cuidado quiropráctico puede mantener la columna vertebral y otras articulaciones flexibles, mientras tú también puedes abordar los otros aspectos de la función de la columna con ejercicios y estiramientos específicos.
Mantener un peso corporal saludable también es parte de cualquier enfoque holístico. Si tienes sobrepeso, esto agrega un estrés tremendo a tu columna. En algunos casos, puede ser importante bajar de peso antes de comenzar un programa de ejercicios o entrenamiento con pesas.
Además de un control de peso adecuado, también debes considerar una nutrición sana en términos de consumo de vitaminas y minerales. La mayoría de los pacientes deben mejorar su consumo de verduras de hojas verdes, frutas frescas y otros alimentos nutritivos. También tienen que evitar las grasas nocivas y los productos químicos/conservantes que a menudo están presentes en los alimentos altamente procesados. Los suplementos como el manganeso y la glucosamina con condroitina, pueden ayudar a la salud de las articulaciones. Aunque hay pocos estudios sobre qué tan eficaz son estos suplementos, los efectos secundarios o negativos asociados con su uso son mínimos.
Tu médico quiropráctico puede aconsejarte sobre la integración de un enfoque holístico para el cuidado de las articulaciones espinales, el entrenamiento de fuerza, la flexibilidad y una nutrición sana.