Además de la manipulación espinal, los médicos quiroprácticos suelen utilizar otras terapias conservadoras para reducir el dolor y mejorar la función en pacientes con dolor de cuello. Cuando se trata de afecciones del cuello que involucran hernias discales, dolor de brazo irradiado ("radiculopatía"), distensiones, síndromes facetarios o esguinces y dolor miofascial, la tracción cervical es una de esas opciones.
Como parte del examen inicial a un paciente nuevo, un quiropráctico puede usar sus manos para tirar suavemente del cuello del paciente mientras está sentado y/o en decúbito supino (acostado boca arriba). Si esto se siente bien, entonces la tracción cervical puede estar justificada en la oficina, con una unidad en el hogar o en ambas. Sin embargo, no se recomienda la tracción cervical si hay inestabilidad en la columna/ligamentos, insuficiencia de la arteria vertebral, artritis reumatoide, osteomielitis, discitis, neoplasias, osteoporosis grave, hipertensión no tratada, ansiedad grave, síndrome de cola de caballo o mielopatía.
Hay varias formas de dispositivos de tracción cervical, por lo que el tratamiento se puede realizar mientras el paciente está de pie, sentado, acostado en posición horizontal o inclinado, ya sea en decúbito prono o supino, y la fuerza de tracción puede ser continua o sostenida versus intermitente o pulsada. Las variables incluyen el peso del cuerpo/cabeza y la fricción asociada contra la mesa de tracción en los tipos de unidades acostadas, y el ángulo a menudo se puede variar con la mayoría de los tipos de unidades de tracción.
Existen pros y contras de los diferentes tipos de unidades de tracción. La tracción acostada puede permitir una mejor relajación que estar sentado, pero es posible que se necesite más peso debido a la fricción del cuerpo sobre la mesa. Generalmente, cuando los tiempos de espera son más largos (especialmente con tracción sostenida), se usa menos peso. Algunos médicos recomiendan comenzar con 5 libras. (2,67 kg) durante 15 minutos con un dispositivo sentado (tracción sostenida) y aumentar gradualmente el peso hasta la tolerancia máxima manteniendo el tiempo constante en 15 minutos.
Hay una serie de teorías sobre el por qué la tracción alivia el dolor: fuerza el descanso a través de la inmovilización soportando el peso de la cabeza, separa o abre las articulaciones facetarias, mejora la nutrición del cartílago articular, estira los ligamentos, disminuye la presión dentro de los discos, reduce la presión sobre las raíces nerviosas (ensanchando los orificios por los que viajan), mejora la postura de la cabeza y/o estira los músculos del cuello para mejorar el flujo sanguíneo y reducir los espasmos musculares.
En resumen, si tiene dolor de cuello y la tracción manual aplicada a la columna cervical proporciona alivio del dolor, entonces su médico quiropráctico puede optar por incorporar esta terapia en su plan de tratamiento, ya sea en el consultorio, en el hogar o en ambos.