Mientras está bajo tratamiento quiropráctico, no es raro que un paciente informe una mejora para un tema que parece no relacionado con su queja principal. Por ejemplo, un paciente con un trastorno temporomandibular puede experimentar una mejoría en sus síntomas de la mandíbula después del tratamiento en el cuello o la parte superior de la espalda. O el tratamiento para mejorar la función de la cadera también puede beneficiar al tobillo o la rodilla. En este artículo, vamos a ver cómo el tratamiento para el dolor de espalda baja puede ayudar a un paciente que también tiene problemas de incontinencia urinaria (IU).
Hay muchas causas potenciales para la incontinencia urinaria, pero un factor que contribuye es la debilidad de los músculos del suelo pélvico. Por lo tanto, tiene sentido que el tratamiento para abordar el deterioro de la función pélvica puede beneficiar a algunos pacientes de incontinencia urinaria. Una revisión sistémica de Cochrane en 2018 concluyó que el entrenamiento del músculo del suelo pélvico es más efectivo que un tratamiento simulado (placebo) o ningún tratamiento para algunos individuos con incontinencia urinaria.
Aquí es donde el dolor de espalda entra en juego. Se estima que el dolor de espalda afectará a más del 80% de nosotros durante nuestra vida. A menudo ajustamos cómo realizamos las actividades cotidianas para evitar el dolor, tanto consciente como inconscientemente. Estos movimientos anormales pueden causar más estrés en otras partes del cuerpo. En el caso de la parte baja de la espalda, la función alterada en las caderas y la pelvis es común.
Un estudio de noviembre de 2019 publicado en el Journal of Craniovertebral Junction & Spine concluyó que los individuos con enfermedad degenerativa del disco lumbar, espondilolistesis y síndrome de cirugía de espalda fallida son más propensos a exhibir alineación espino-pélvica anormal. Con el tiempo, estos individuos pueden desarrollar condiciones secundarias en la cadera o la pelvis, que pueden perjudicar la función de los tejidos blandos, incluidos los músculos, en la región. O del mismo modo, la lesión de las caderas/ pelvis puede conducir a la disfunción en la parte baja de la espalda, que puede ser la razón por la que el paciente buscó atención en primer lugar.
Los médicos de quiropráctica están capacitados para revisar la historia clínica de un paciente y realizar un examen exhaustivo de todo el paciente con el fin de identificar los factores que contribuyen a la queja principal del paciente. De ahí la importancia de notar todos los síntomas, incluso los que parecen no estar relacionados o pueden ser embarazosos. Si el historial de un paciente con dolor de espalda baja note la incontinencia urinaria y el examen identifica una postura pélvica anormal, entonces el tratamiento probablemente abordará la mejora de la función tanto en la pelvis como en la espalda baja para lograr un resultado exitoso.