Cuando se trata de trastornos asociados al latigazo cervical (WAD, por sus siglas en inglés), el proceso de hacer un diagnóstico preciso y una recomendación de tratamiento puede variar de un proveedor de atención médica a otro dependiendo de su formación académica, capacitación continua y experiencia clínica. También hay una creciente cantidad de investigación con respecto a WAD que ayuda a refinar los procesos existentes e introducir nuevas perspectivas para abordar la afección y su tratamiento. A continuación, se muestran avances que pueden ayudar a los médicos a evaluar mejor la presencia y la gravedad de WAD.
En un estudio del 2017, los investigadores evaluaron una prueba de diagnóstico que utiliza seis pruebas isométricas de fatiga muscular de los músculos del cuello y el brazo en busca de un método económico y relativamente de baja tecnología para identificar la presencia y el grado de lesión por WAD: WAD I (no/dolencia mínima/lesiones), WAD II (lesión de tejidos blandos: lesión de músculos / tendones y/o ligamentos), WAD III (lesión nerviosa), WAD IV (fractura). El estudio incluyó a 75 pacientes que habían sufrido una lesión por latigazo cervical en las seis horas anteriores y 75 sujetos no lesionados con una composición similar (edad, sexo, tipo de cuerpo, etc.).
Los investigadores observaron que los participantes con lesiones por WAD se fatigaban a un ritmo mucho más rápido en cada una de las seis pruebas, y aquellos con un grado más alto de lesión por WAD experimentaron fatiga aún más rápido. Basándose únicamente en los datos de fatiga, los evaluadores pudieron identificar a los pacientes con WAD con una precisión de más del 90%. Si bien se están realizando estudios adicionales para confirmar estos hallazgos con más participantes, esto puede ofrecer a los proveedores de atención médica un método fácil, preciso y seguro para determinar la gravedad de la lesión por WAD y ofrecer recomendaciones de tratamiento más personalizadas en el período inmediatamente posterior a una colisión automovilística.
Un estudio publicado en el 2020 utilizó video fluoroscopia (VF) para observar tanto a pacientes con WAD con dolor de cuello crónico como a sujetos no lesionados mientras realizaban cinco movimientos hasta un rango final firme que involucraba el movimiento de la columna cervical. Utilizando los datos de VF, los radiólogos pudieron diferenciar a los miembros de los dos grupos con una precisión significativa. El uso de rayos X tomados en un rango final firme de cada movimiento también se puede usar para realizar estas mediciones. Esto es importante ya que la mayoría de los pacientes y proveedores de atención médica no tienen acceso inmediato a la FV, pero muchas veces, las radiografías se pueden realizar en el consultorio o en un corto viaje en auto.
Las pautas de tratamiento más actuales para la WAD recomiendan buscar atención lo antes posible en lugar de adoptar un enfoque de esperar y ver. La atención quiropráctica es una excelente opción que puede reducir el riesgo de desarrollar síntomas crónicos de WAD que pueden ser más difíciles de resolver.