A menudo nos preguntan: "¿Qué pueden hacer los quiroprácticos para los dolores de cabeza?" Para responder a esta pregunta, veamos lo que un paciente podría esperar cuando busca atención quiropráctica para sus dolores de cabeza.
Anteriormente, revisamos las diferencias entre la cefalea tensional, las migrañas y los tipos peligrosos de dolores de cabeza. La historia clínica y la examinación del paciente se centrarán en diferenciar estos tres tipos de dolores de cabeza.
Al paciente que se presente se le entregará el papeleo "habitual" que tiene que completar, este incluye información biográfica (nombre/dirección, tipo de seguro, formularios HIPAA, entre otros), así como antecedentes, historial, lista de medicamentos, antecedentes familiares, hábitos actuales y revisión de sistemas. Los cuestionarios específicos sobre dolores de cabeza que se pueden calificar y comparar con puntajes futuros, son particularmente útiles para determinar el porcentaje de cambio en la afección.
La principal información histórica que diferencia la cefalea tensional frente a la migraña, es la presencia o ausencia de náuseas o vómitos, los cuales son exclusivos de las migrañas. Los dolores de cabeza tipo migraña suelen ir precedidos de un "aura" o de un síntoma pre-dolor de cabeza, como zumbidos en los oídos, destellos de luz en el campo visual, entumecimiento u hormigueo, o algún tipo extraño de "indicio" de que una migraña pronto podría aparecer, a menudo dentro de los 30 minutos posteriores al aura. Esto es importante ya que un tratamiento quiropráctico administrado antes del inicio de la migraña a veces puede detener el inicio o el progreso de la migraña. Las migrañas a menudo ocuparán la mitad de la cabeza en comparación con la cefalea tensional que a menudo ocupa ambos lados. Los antecedentes también pueden darnos información sobre cosas que pueden desencadenar un dolor de cabeza (principalmente migrañas) como olores o ciertos alimentos (como chocolate, nueces, comida picante), lo que puede dar paso a recomendaciones de tratamiento específicas orientadas a la dieta.
El examen físico incluye observar la postura del paciente, el movimiento de la cabeza, el color/humedad de la piel y el tacto de los músculos (palpación), la sensación de espasmo/tensión, temperatura/humedad y/o ubicación del dolor o radiación. Varias "pruebas ortopédicas" que incluyen movimientos de la cabeza y el cuello para intentar reducir, reproducir o aumentar los síntomas, con el objetivo principal de tratar de averiguar qué estructuras pueden estar generando el dolor. Se realizan pruebas de rango de movimiento cervical para ver qué movimientos aumentan o disminuyen el dolor. El examen neurológico; el cual evalúa los reflejos, la fuerza muscular, la sensación (aguda/apagada); puede revelar áreas de la piel de la cabeza que aumentaron/hipersensibles o disminuyeron en la sensación (entumecimiento). Mirar la parte posterior de los ojos, que es un lugar único donde se pueden ver los vasos sanguíneos y, en ocasiones, se puede detectar aumento de la presión arterial, diabetes, aumento de la presión en la cabeza y más, lo que puede ayudar a determinar si está acechando un dolor de cabeza peligroso. En ocasiones, también se realiza un examen de los nervios craneales como parte de la examinación neurológica.
Los protocolos de tratamiento quiropráctico para los dolores de cabeza incluyen (pero no se limitan a): Manipulación o movilización de la columna (esto se aplica a las áreas del cuello y/o la parte superior de la espalda donde las articulaciones están fijas, desplazadas; o son aplicadas a una región donde la función neurológica puede verse comprometida), entrenamiento físico, tracción, corriente eléctrica, ultrasonido, manejo del estrés y recomendaciones dietéticas.