Los esguinces de cuello, que resultan de una lesión por latigazo cervical, no son problemas simples como un esguince de tobillo, porque el cuello está involucrado en muchas tareas importantes además del simple movimiento. Una de las funciones del cuello es mantenerte erguido y equilibrado. El equilibrio es complejo e implica la coordinación entre el cerebro y las sensaciones del oído interno, los movimientos de los ojos y las señales neurológicas del cuello, la columna vertebral y las piernas.
Si alguna de estas áreas se ve afectada, se altera el equilibrio. Puedes tropezar más o realmente no tener una idea de dónde están tus pies. En casos graves, puedes desarrollar vértigo (una sensación de dar vueltas). Estos síntomas pueden tener un efecto devastador en tu calidad de vida.
Un estudio de 2007 financiado por una compañía de seguros (Coll Antropol 2007; 31: 823) analizó cómo las personas perciben la posición de la cabeza después de una lesión por latigazo cervical en comparación con controles normales y saludables. Los resultados fueron alarmantes. Los pacientes con una lesión en la columna cervical mostraron un deterioro significativo de la propiocepción (sentido de la posición).
La atención quiropráctica para el paciente con latigazo cervical puede involucrar tratamientos destinados a normalizar la función articular en el cuello. Los ajustes están diseñados para restaurar la movilidad normal y mejorar la postura del cuello para que esté más equilibrado y pueda moverse y sanar correctamente. Además de la manipulación espinal, algunos pacientes pueden necesitar ejercicios específicos, incluso terapia de equilibrio, para ayudar a mejorar su sentido de la posición y evitar que se sientan mareados.
Por lo tanto, si se siente inestable o no confía realmente en sus pies, esto podría ser una consecuencia de una lesión por latigazo cervical. Debido a que tanto el cerebro como el cuello pueden lesionarse en el latigazo cervical, los síntomas pueden ser bastante sustanciales. Esperar a que desaparezca por sí solo con reposo en cama o inmovilizando el cuello puede provocar debilidad muscular y posiblemente incluso más problemas.