Se estima que cerca de 38 millones de adultos estadounidenses sufren de migrañas y nueve de cada diez informan que, hasta cierto punto, las migrañas afectan su capacidad para llevar a cabo sus actividades sociales, recreativas, laborales, y las cotidianas. Desafortunadamente, no existe un tratamiento único para las migrañas, ya que la afección no se conoce bien y el tratamiento tiende a centrarse en modificaciones del estilo de vida para evitar posibles desencadenantes del perfil de migraña de cada paciente. Pero ¿qué pasaría si la posible clave para tratar las migrañas no estuviera para nada en la cabeza? ¿Y si el cuello tuviera algo que ver con las migrañas?
Un estudio del 2015 encontró que el 87% de los pacientes con migraña crónica también sufren dolor de cuello. En comparación con los que no sufrían dolor de cabeza interrogados por los investigadores, las personas con migrañas tenían aproximadamente entre tres y cuatro veces más probabilidad de sufrir dolor de cuello. Para resaltar esta relación entre el cuello y las migrañas, un estudio del 2023 analizó a 295 pacientes con migraña y encontró que más de la mitad (51,9%) también tenían dolor de cuello concurrente. Un análisis más detallado mostró que los pacientes con migraña con dolor de cuello concurrente presentaban síntomas de migraña más graves, y cuanto más incapacitante era su dolor de cuello, peores eran sus migrañas. Esto tiene cierto sentido ya que el nervio trigémino, que ayuda a inervar la cara y se ha relacionado con las migrañas, sale de la médula espinal a través de la columna cervical superior y viaja hacia la cara. Además de que la irritación del nervio trigémino desempeña un papel en el proceso de la migraña, estudios previos han identificado un vínculo entre las migrañas y el deterioro de la amplitud de movimiento cervical, la reducción de la resistencia de los músculos del cuello, y la presencia de puntos gatillo en los músculos del cuello.
La buena noticia es que los médicos quiroprácticos disponen de una serie de herramientas en su repertorio de tratamiento para tratar estos problemas: manipulación espinal, movilización, liberación miofascial, y otras terapias manuales para punción seca, ejercicio específico para el cuello, entrenamiento postural, recomendaciones dietéticas, y mucho más. Todo depende de la presentación única del paciente. Este enfoque parece ser eficaz, como se demostró en un ensayo reciente de tres grupos que comparó la terapia de manipulación espinal, el tratamiento manual simulado, y la atención médica habitual después de un período de tratamiento de tres meses con seguimientos a los tres, seis, y doce meses. Los resultados favorecieron la atención quiropráctica en todo momento. Una revisión sistemática de 13 estudios publicados en el 2022 concluyó que las técnicas de movilización, la terapia de puntos gatillo, el drenaje linfático manual, los masajes, y las técnicas de estiramiento son intervenciones efectivas para los pacientes con migraña, especialmente cuando se usan combinados. Otros estudios han demostrado que el tratamiento de los puntos gatillo del cuello y otros trastornos de la columna cervical puede reducir la frecuencia, intensidad, y la duración de los episodios de migraña.
Aunque el tratamiento de las migrañas puede requerir un enfoque integral que incluya ejercicio, dieta, y modificaciones en el estilo de vida, está claro que los trastornos del cuello pueden contribuir a las migrañas, si no ser una causa subyacente, y deben abordarse. Si sufre de migrañas, especialmente si también tiene dolor o rigidez en el cuello, consulte a su médico quiropráctico.