La vitamina D es un nutriente esencial asociado con numerosas funciones corporales, pero quizás los beneficios más conocidos de la vitamina D sean los que aporta al sistema musculoesquelético, especialmente su papel en la mineralización ósea y la función muscular, ambos importantes para reducir el riesgo de sufrir fracturas graves relacionadas con caídas en las personas mayores. Sin embargo, existe otra afección musculoesquelética que se ha relacionado con el nivel de la vitamina D y que puede afectar la capacidad de una persona mayor para llevar a cabo sus actividades diarias habituales: la estenosis espinal lumbar.
La estenosis espinal lumbar es una enfermedad degenerativa común de la columna vertebral que provoca el estrechamiento del canal espinal por espolones degenerativos, el engrosamiento de los ligamentos, y la pérdida de los espacios del disco intervertebral. Los síntomas asociados con esta afección incluyen lumbalgia y dolor en las nalgas/piernas (una o ambas piernas), dificultad para tolerar estar de pie sin apoyo, y tolerancia limitada al caminar (lo que se conoce como claudicación neurogénica). Un estudio del 2013 encontró que aproximadamente tres cuartas partes de los pacientes con estenosis espinal lumbar tienen deficiencia de vitamina D, y dado que los bajos niveles de vitamina D se han relacionado con varios aspectos de la estenosis espinal (inflamación de los tejidos, degeneración del disco, y debilidad muscular), se sugiere que mejorar el nivel de vitamina D en estos pacientes podría ayudar a controlar la afección.
En un estudio de octubre de 2023 que incluyó a 51 pacientes ancianos con deficiencia de vitamina D y estenosis espinal lumbar, los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos. Un grupo recibió una híper dosis inicial de vitamina D administrada mediante inyección y un suplemento diario de 800 UI de vitamina D a partir de las doce semanas y que continuó durante tres meses. El grupo de control recibió un placebo. Los análisis de sangre previos y posteriores a la intervención mostraron que los participantes del grupo de suplementación experimentaron un mayor incremento en sus niveles séricos de vitamina D, lo que coincidió con mejoras más significativas tanto en el dolor, la discapacidad, y la calidad de vida. Los resultados respaldan la verificación del nivel de vitamina D de los pacientes bajo atención por estenosis espinal lumbar, que incluye la atención quiropráctica, y la adopción de medidas para mejorar los niveles de vitamina D como parte del proceso de tratamiento—especialmente porque es una opción de bajo costo y de bajo riesgo.
Para lograr unos niveles saludables de vitamina D, se recomienda pasar al menos 5-10 minutos al aire libre la mayoría de los días durante el verano con al menos un 35% del cuerpo expuesto al sol. Sin embargo, durante el invierno, cuando sólo el 10% del cuerpo puede estar expuesto al sol, una persona puede necesitar pasar hasta 45 minutos al aire libre durante el mediodía diariamente. Cabe destacar que aquellos que viven en latitudes más altas o tienen una tez más oscura pueden necesitar más tiempo al sol para generar suficiente vitamina D. Si no es posible pasar tiempo al sol, los niveles de vitamina D pueden mejorarse comiendo alimentos fortificados y ricos en vitamina D, así como mediante la suplementación. Sin embargo, antes de hacer cambios en la dieta o comenzar a tomar un suplemento, consulte con un profesional de la salud que esté familiarizado con su historial médico particular y pueda brindarle orientación y apoyo.