Durante las pasadas décadas, varias organizaciones han publicado guías de práctica clínica para ayudar a los proveedores de salud a orientarse en una dirección basada en evidencia en el tratamiento de los trastornos asociados al latigazo cervical (WAD). A medida que se publican nuevas evidencias y se confirman mediante estudios posteriores, las guías se actualizan para optimizar la recuperación de manera oportuna y económica, así como para reducir el riesgo de progresión a un WAD crónico, que puede tener un impacto dramático en la capacidad de una persona para trabajar y realizar sus actividades cotidianas. Las siguientes recomendaciones están respaldadas actualmente en las guías clínicas para el manejo de WAD en un contexto quiropráctico:
- Tratamiento Conservador Multimodal: A menos que exista una señal de alerta como una fractura, inestabilidad estructural, o pérdida neurológica grave, se recomienda un tratamiento conservador. Los estudios han identificado varias terapias que benefician a un paciente con WAD, como la terapia de manipulación espinal, la terapia de movilización, la terapia de tejidos blandos, el masaje, las modalidades de fisioterapia, y otras. Los tipos específicos de tratamiento utilizados dependen de los resultados del examen físico, la preferencia del paciente, así como la experiencia y la formación clínica del médico. En la mayoría de los casos, se emplean varias terapias a la vez, ya que de este modo es más probable que este enfoque logre un resultado satisfactorio para el paciente, a menudo en el menor tiempo posible.
- Manténgase Activo: En el pasado, es posible que recuerde que las personas que habían sufrido un accidente de tráfico llevaban un collarín blando, pero rara vez ve este comportamiento en la actualidad. ¿A qué se debe? Se creía que inmovilizar el cuello era importante para permitir que los tejidos sanaran, al igual que se inmoviliza un brazo o una pierna con un hueso roto utilizando un yeso duro. Sin embargo, resulta que esta práctica provocaba un desacondicionamiento muscular profundo del cuello y prolongaba el proceso de curación. Hoy en día, se aconseja a los médicos que animen a sus pacientes con WAD a mantenerse activos dentro de los límites de tolerancia al dolor tanto como sea posible. Los pacientes pueden recibir instrucciones para realizar ejercicios y estiramientos específicos para el cuello para facilitar el proceso de curación.
- Educar al Paciente: La mayoría de los casos de WAD se originan a partir de colisiones automovilísticas, que pueden ser estresantes y aterradoras para el paciente. Los síntomas que experimentan pueden ser más graves que cualquier lesión anterior y pueden haber tenido un efecto drástico en su vida cotidiana. Puede que incluso restrinjan sus actividades para evitar que empeore su dolor o que exageren sus síntomas, dos factores que pueden dificultar la curación y preparar el terreno para un WAD crónico. Por eso es vital que los proveedores de atención médica aseguren a los pacientes con WAD que mejorarán y que sigan su plan de tratamiento, lo que incluye continuar con sus vidas tanto como sea posible. En algunos casos, puede ser necesario remitir al paciente a un profesional de la salud mental.
La buena noticia es que los médicos quiroprácticos están bien capacitados en el tratamiento del WAD, y de ser necesario tratarán a los pacientes junto con otros proveedores de atención médica aliados para ayudar a sus pacientes a dejar de sentir dolor y volver a sus vidas normales.