Uno de los síntomas comúnmente asociados con el trastorno asociado al latigazo cervical (WAD, por sus siglas en inglés “Whiplash Asociated Disorder”) es la cefalea. La investigación actual sugiere que hasta el 50% de los pacientes que experimentan dolores de cabeza asociados con el latigazo cervical pueden continuar sufriéndolos hasta por un año o más, y muchos de ellos continuarán teniendo dolores de cabeza hasta cinco años después de su lesión por latigazo cervical. Existen muchas causas potenciales para la cefalea relacionada al WAD, que pueden incluir lesión cervical, disfunción de la mandíbula (ATM, articulación temporomandibular), angustia psicológica (depresión y ansiedad), anomalías en la estructura cerebral (conmoción cerebral) y/o uso excesivo de medicamentos para el dolor de cabeza.
Para abordar estas posibles causas de la cefalea asociada al latigazo cervical, el tratamiento puede incluir lo siguiente:
TERAPIAS MANUALES: Se ha demostrado que la movilización y la manipulación, que son comúnmente utilizadas por los médicos quiroprácticos, se ha demostrado que son efectivas para reducir el dolor y mejorar la función para muchas afecciones, incluidos el WAD y la cefalea de origen cervical. El tratamiento también puede incluir modalidades de masajes y fisioterapia, según las necesidades del paciente.
EJERCICIO: Una revisión de una investigación publicada entre 1990 y 2015 encontró que los ejercicios de corrección craneocervical, cérvico-escapular y de la postura pueden ser útiles en el tratamiento de la cefalea relacionada con el latigazo cervical.
MANTÉNGASE ACTIVO: Intente continuar con sus actividades normales dentro de la tolerancia al dolor, ya que se necesita movimiento para mantener los tejidos blandos sanos y asegurar un suministro continuo de nutrientes a los discos cervicales. No use un collarín cervical para inmovilizar el cuello a menos que su médico se lo indique.
APOYO NUTRICIONAL: Hay varias vitaminas y suplementos que han demostrado reducir la inflamación y/ o reducir el dolor. Estos incluyen flavonoides, curcuminoides, ácidos grasos omega-3, taurina y vitamina D. Adoptar una dieta antiinflamatoria también puede ayudar en el proceso de curación.
Los médicos quiroprácticos utilizan con frecuencia una combinación de estos enfoques cuando tratan a los pacientes con WAD para ayudar a reducir el dolor y la discapacidad y ayudar al paciente a regresar a sus actividades normales lo antes posible.