Los dolores de cabeza son una queja común entre los pacientes con trastorno asociado al latigazo cervical (WAD, por sus siglas en inglés “Whiplash Asociated Disorder”) después de una colisión de vehículos de motor, resbalón y caída, o lesiones deportivas. Si bien en algunos casos, la causa de la cefalea asociada al WAD puede ser una conmoción cerebral o un traumatismo cerebral, en muchos casos la causa subyacente de la cefalea relacionada al WAD puede ser una lesión en el cuello. ¿Cómo es esto posible?
Investigaciones anteriores han demostrado que la irritación de los nervios que atraviesan la parte superior de la columna cervical (C1, C2 y C3) puede provocar cefalea de tipo tensional o cervicogénicos, especialmente cuando el nervio C2 está involucrado. Estos nervios salen de la columna y viajan a través de un grupo grueso de músculos ubicados en la parte superior del cuello/base del cráneo o región "suboccipital".
En un estudio de 2019, un grupo de anatomistas descubrió la estrecha relación del nervio occipital mayor (C2) y un músculo llamado obliquus capitis inferior (OCI) y buscó determinar cómo el C2 podría quedar "pellizcado" en lesiones como el latigazo cervical.
Los autores estudiaron 20 cadáveres y encontraron tres patrones. Los nervios viajaron libremente alrededor del músculo (Tipo I), se incorporaron a la fascia muscular densa (Tipo II) o viajaron directamente a través de una manga miofascial dentro del músculo (Tipo III). Entre los 40 nervios C2 (hay a la izquierda y a la derecha), el equipo de investigación encontró siete instancias de Tipo I, treinta y una instancias de Tipo II y dos instancias de Tipo III. Debido a la íntima relación entre el OCI y el nervio C2, es comprensible que durante el proceso de latigazo cervical, el estiramiento del nervio C2 combinado con la contracción del OCI podría preparar el escenario para una lesión del nervio.
Los médicos quiroprácticos encuentran con frecuencia que los pacientes con WAD tienen mucha sensibilidad en la región suboccipital y responden bien a la manipulación y movilización de la columna cervical superior. Cuando estos músculos están más relajados, el dolor de cuello y los dolores de cabeza suelen mejorar. De manera similar, los ejercicios que se enfocan específicamente en esta región ayudan al paciente a controlar por sí mismo la cefalea y el dolor de cuello, lo que reduce la necesidad de medicamentos, muchos de los cuales tienen efectos secundarios negativos.
Uno de esos ejercicios se llama corsé cervical. Esto se hace arrodillándose a cuatro patas y se divide de la siguiente manera: 1) "empujar" la barbilla/cabeza hacia el suelo; 2) con un movimiento de pala suave, doble la barbilla hacia abajo (barbilla contra el pecho); 3) y luego levante la cabeza hacia la posición neutral manteniendo la barbilla doblada. Repita con un movimiento de pala suave (evite hacerlo "por pasos"). Repita hasta que sienta el cuello suelto. Es posible que note algún traqueteo y crujidos indoloros mientras hace el ejercicio. Para variar, trate de hacerlo sentado o de pie, con o sin resistencia aplicada en la frente.
Los estudios muestran que el dolor de cuello y la cefalea que surgen de las lesiones por WAD responden muy rápidamente al cuidado quiropráctico. ¡Considere la atención quiropráctica PRIMERO en su proceso de gestión posterior al WAD!