De todos los síntomas asociados con los trastornos asociados al latigazo cervical (WAD, por sus siglas en inglés “Whiplash Asociated Disorder”), el mareo puede ser uno de los más preocupantes para los pacientes debido a la manera en que puede limitar su capacidad para levantarse y moverse. ¿Qué se puede hacer para tratar el mareo después de una lesión por WAD?
Dos estudios publicados en 2019 sugieren que las terapias manuales y los ejercicios terapéuticos pueden ser una opción eficaz para estos pacientes.
El primer estudio incluyó a 40 pacientes con WAD asignados al azar a un grupo de tratamiento o un grupo de control. El grupo de tratamiento participó en doce sesiones de ejercicios de 50 minutos repartidas en un período de tiempo de seis semanas. Los ejercicios incluían pararse sobre una superficie de espuma y girar la cabeza de lado a lado; caminar en un plano inclinado y girar la cabeza de lado a lado; pararse en un trampolín y mover los ojos de lado a lado; caminar de talón a punta en una línea de hasta 5 metros (16,4 pies), y pararse sobre una pierna. Si podía, el grupo de tratamiento repetía los mismos ejercicios con los ojos cerrados. Las evaluaciones completadas al final del experimento revelaron mejoras sustanciales tanto en los mareos como en la calidad de vida entre los participantes del grupo de ejercicio que no fueron experimentados por los del grupo de control.
En el otro estudio, los investigadores asignaron a 86 pacientes con mareos cervicogénicos crónicos a uno de tres grupos: ejercicio DANS (deslizamiento apofisario natural sostenido) durante seis semanas; movilización articular pasiva con ejercicios de rango de movimiento durante seis semanas; o un grupo de control que no recibió tratamiento. Los ejercicios DANS implicaron dos movimientos (repetidos diez veces cada uno): 1) Sentado/Parado. Coloque una toalla en la parte superior del cuello; Mientras tira hacia adelante con la toalla, doble la barbilla mientras empuja hacia atrás en la toalla. 2) Sostenga un extremo de la toalla contra el pecho; gire la cabeza/cuello hacia el mismo lado tanto como sea posible; Con la toalla envuelta en la parte superior del cuello, empuje suavemente la cabeza más hacia la rotación.
El equipo de investigación informó que los participantes en ambos grupos de tratamiento experimentaron mejoras con respecto a los mareos, el equilibrio, el rango de movimiento cervical y la precisión del reposicionamiento de la cabeza. Los autores del estudio concluyeron que ambos enfoques de tratamiento son efectivos para el mareo cervicogénico (mareo causado por disfunción cervical).
La buena noticia es que los médicos quiroprácticos utilizan tanto la movilización espinal como el ejercicio activo.