Se estima que hasta el 50% de los pacientes con trastorno asociado al latigazo cervical (WAD, por sus siglas en inglés “Whiplash Asociated Disorder”) desarrollarán síntomas crónicos como dolor de cuello y espalda superior, dolor de cabeza, mareos, alteraciones emocionales y cognitivas, dolor referido y disfunciones físicas. La fibromialgia (FM) es una afección que también se caracteriza por síntomas persistentes a largo plazo, como dolor musculoesquelético crónico generalizado, trastornos del sueño, trastornos cognitivos, fatiga y disfunciones físicas. Tanto los pacientes con WAD como con FM comparten signos y síntomas debilitantes crónicos similares. ¿Por qué esto es así?
En un estudio, los investigadores evaluaron la pérdida cognitiva, la sensibilización central y la calidad de vida relacionada con la salud (CdVRS) en pacientes con WAD crónica, pacientes con FM e individuos sin ninguna afección crónica conocida para servir como grupo de control. Los participantes del grupo WAD y FM mostraron un deterioro cognitivo significativo, sensibilización central y una menor CdVRS, lo que sugiere que la lesión cerebral juega un papel importante en cada condición.
En las lesiones por WAD, el mecanismo de la lesión que causa la pérdida cognitiva (la incapacidad del cerebro para procesar información) parece surgir cuando el cerebro se estrella contra el interior del cráneo. En una colisión trasera clásica, el cerebro golpea primero la parte posterior del cráneo y luego rebota en la parte frontal del cráneo, lo que provoca una conmoción cerebral.
Un estudio de 2011 encontró que entre 58 mujeres que habían sido admitidas en la sala de emergencias por una lesión de latigazo cervical, tres cumplieron con los criterios clínicos de FM tres años después. Otro estudio de 2011 encontró que entre 326 pacientes con WAD con dolor de cuello persistente que dura más de tres meses, hasta el 14% cumplía con los criterios de FM. Con base en estos hallazgos, está claro que el proceso de latigazo cervical podría ser un factor importante que contribuya al desarrollo de la FM. De hecho, un estudio de 2015 que analizó los antecedentes de salud de 939 pacientes con FM identificó el trauma como un factor desencadenante en el 27% de los casos.
Si bien normalmente asociamos el latigazo cervical con las colisiones de vehículos motorizados, estas lesiones también pueden ocurrir en colisiones deportivas, agresiones físicas y caídas. Es posible que un mayor porcentaje de casos de FM se deba a un trauma que el participante simplemente no pudo recordar. El trauma emocional y el trastorno de estrés postraumático también se han asociado con un riesgo elevado de FM. El proceso de la enfermedad de la FM no se comprende por completo y, en los casos en que se desconoce la causa, es posible que la afección sea el resultado de una acumulación de factores, incluido el WAD.
No obstante, está claro que el WAD y FM crónicos son afecciones potencialmente debilitantes y buscar tratamiento después de un trauma, como una colisión con un vehículo de motor, es importante para mitigar el riesgo de síntomas crónicos. ¡La buena noticia es que tanto los pacientes con FM como con WAD responden muy favorablemente a la atención quiropráctica! Los médicos quiroprácticos están capacitados para examinar, diagnosticar y tratar a las personas que presentan FM y WAD. Los estudios han informado que la inclusión de la manipulación espinal mejora la recuperación en la WAD aguda y crónica, así como en la FM.