El dolor lumbar es un problema común asociado con los viajes. El mes pasado, cubrimos los remedios para el levantamiento, y este mes continuaremos esta discusión.
Previsión de medicamentos:
- Obtenga una receta: Si sabes que se te acabará la receta antes de regresar del viaje, vuelve a surtirla antes de irte o consigue una receta de tu médico de atención primaria para que la lleves contigo. Si viajas a un país extranjero, muchos medicamentos tienen nombres diferentes, así que asegúrate de que sea el mismo medicamento cuando estés llenando el formulario lejos de casa.
- Mantenga su medicamento consigo: NO lo coloques en tu equipaje facturado en caso de que tu equipaje se pierda. Pueden pasar días (o más) antes de que tus maletas finalmente lleguen de nuevo a ti.
- Traiga un respaldo de medicamentos de venta libre: Si hay un medicamento de venta libre similar, tráelo contigo. (Consulta con el médico que te recetó los medicamentos, claro está). Pregúntanos acerca de hierbas y/o vitaminas antiinflamatorias, y/o relajantes musculares. Lleva contigo una lista de vitaminas, hierbas y medicamentos en todo momento.
- Mantenga su medicamento en sus envases originales: Esto podría eliminar la necesidad de explicar al personal de seguridad para qué sirve cada pastilla y puede ayudarte a evitar que sean confiscadas.
Tácticas para el alivio del dolor:
- ¡EL HIELO ES AGRADABLE! Pero viajar con hielo es complicado, ya que se calienta y se derrite con el tiempo. Recomendamos viajar con bolsas de almacenamiento herméticas de varios tamaños, para que un asistente de vuelo pueda llenar con hielo por ti. Colócalo entre el asiento y la parte baja de la espalda y rótalo, aplicándolo y retirándolo en intervalos de 15-20 minutos. Repite el proceso durante el tiempo que dure el hielo (que suele ser varias aplicaciones). Las bolsas de hielo químicas también funcionan bien. Si trae una bolsa de hielo o una compresa de gel, asegúrese de que se le permita pasar por seguridad. El asistente de vuelo debe permitirle que se coloque en el refrigerador entre usos.
- ¡EL CALOR ES BUENO! El uso de calor para el dolor lumbar crónico puede ser muy efectivo, pero es mejor usar hielo si el dolor lumbar es agudo o un problema nuevo. En caso de duda, prueba con hielo y calor antes de irte para que puedas determinar cuál funciona mejor para ti. También puedes alternar entre hielo y calor, pero comienza y termina con hielo si el dolor lumbar es agudo. Si el dolor lumbar es crónico, comienza y termina con calor. A menudo sugerimos ciclos de 10 min./5 min./10 min./5 min./10 min. (en total 40 minutos), comenzando/terminando con hielo (si es dolor lumbar agudo) o calor (si es dolor lumbar es crónico). Hay paquetes de calor desechables disponibles, pero recuerda limitar cada dosis a no más de 20 minutos para evitar la acumulación de sangre en el área del dolor lumbar. También se pueden utilizar envolturas térmicas comerciales (como ThermaCare). Asegúrate de que la seguridad permita el paso de cualquier paquete de gel térmico.
- Parches o geles de venta libre para el dolor: Hay parches para el dolor con receta y sin receta, disponibles (como el parche para el dolor Bengay). De manera similar, las pomadas o geles con efecto de calor o frío también pueden aliviar el dolor y reducir la necesidad de medicamentos.
- Electroestimulador: Éstos producen una corriente eléctrica que reduce el dolor; se coloca una pequeña unidad en su bolsillo o en su cinturón, en la que se conectan electrodos cableados a almohadillas adhesivas colocadas en el área del dolor. Estos pueden funcionar bien para algunas personas, así que, pruébalo antes de irte de viaje para ver si te gusta el resultado. Tu médico quiropráctico puede conseguirlo y capacitarte en su uso, así como proporcionarte una carta, para que la lleves contigo mientras viajas y mostrarla a seguridad.
Parte 3...